En el casino, permitió que las fuerzas vivas le admirasen, se dejó bendecir paternalmente por el cura, respondió con condescendencia al saludo marcial del sargento de la guardia civil, se proclamó más franquista que Franco, impuso respeto por su prestigio de oficial del glorioso bando de los vencedores… y empezó a trabajar a favor de los vencidos.
La galería de les estatuas, 187
© 2009-2021 Espais literaris de Jesús Moncada · Disseny de Quadratí